Para vivir de forma saludable no se trata sólo de saber algo de salud, ni siquiera de saber mucho.
Si ser saludable fuera un asunto de tener conocimiento, l@s médic@s, enfermer@s, farmacéutic@s (a este grupo pertenezco yo) y tod@s l@s profesionales y trabajadores del área de la salud serían ejemplo de lo que es una vida saludable, y ciertamente no es así. Es más, muchas veces llevan estilos de vida muy poco saludables y su estado de salud es peor que el de las personas que tratan de ayudar.
Así, cuando vemos a un profesional de la salud que fuma, que no cuida su alimentación, que es sedentario, que no cuida su descanso, por mencionar algunos aspectos que tienen que ver con la salud, nos damos cuenta que saber es importante pero no basta. Ahora bien, no necesitamos, ni los profesionales ni ninguna persona, ser perfectamente saludables para poder aconsejar a otr@s sobre lo que les haría bien, aunque definitivamente las personas que viven de forma saludable tienen mayor credibilidad respecto a lo que están recomendando.
Por otra parte, podemos encontrarnos en la vida muchos ejemplos de personas que con muy poco conocimiento formal (porque intuitivamente sí lo tienen) de lo que son los estilos de vida saludable, viven de forma saludable y llegan a disfrutar de muy buena calidad de vida, por ejemplo, personas que viven en las “blue zones”, que son regiones del mundo donde las personas son particularmente longevas y reportan niveles altos de bienestar.
No quiero decir que el conocimiento no sea necesario. Conozco muchos casos (probablemente tú también) de personas que han seguido a ciegas consejos dados por charlatanes o hasta por personas con buena intención pero cuyas recomendaciones han tenido poco o ningún fundamento y, lejos de que estos les ayudaran a mejorar la salud y bienestar, les perjudicó y a algunos, lamentablemente, con consecuencias fatales.
Por lo tanto saber es importante sí, pero no es lo único que necesitamos.
¿Qué más necesitamos?
¡Necesitamos llevar a la práctica ese conocimiento!
Aplicarlo, probar qué nos funciona y qué no. Crear nuevos hábitos y eliminar otros, en fin, sacarle provecho en nuestro día a día a eso que sabemos o que estamos aprendiendo. Solamente así, nos será realmente útil para nuestra propia vida.
Claro, esto puede parecer más fácil decirlo que hacerlo. Creo que a la gran mayoría nos pasa o nos ha pasado alguna vez que, por más que queremos vivir de forma más saludable y cambiar algunos hábitos en específico, no logramos hacerlo, no de forma permanente en el tiempo. Así que, realizar acciones nuevas por un tiempo podría tampoco ser suficiente para lograr nuestras metas de salud.
Ahora bien, por favor no pienses que alcanzar esta meta de ser más saludables es algo imposible, es algo que sí se puede lograr.
Y acá viene lo importante: No se trata de saber sobre salud o de realizar acciones nuevas por un tiempo. Como diríamos popularmente, no se trata de «saber por saber» y/o «hacer por hacer», sino que, según la evidencia que han recogido a los largo de los años reconocidos expertos en materia de hábitos saludables, como por ejemplo James Clare (autor de hábitos atómicos), Charles Duhigg (autor de El poder de los hábitos), Joshua Rosenthal (Fundador del IIN New York), entre otr@s y según mi propia experiencia personal y como coach, se trata más bien de implementar una estrategia de transformación personal, donde la salud no sea una meta más a alcanzar, si no que sea parte de tu identidad y tus valores, de modo que convertirte en una persona saludable sea el medio para alcanzar otras metas y disfrutar más de lo que la vida te ofrece.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo
Benjamín Frankling
Y cómo se implementa esta estrategia de transformación personal?
Pues hay muchas formas! Hay quienes lo consiguen por su cuenta, otr@s requerirán ayuda y/o apoyo de alguien más o de un grupo. Una posibilidad es considerar dejarte acompañar por un coach de salud.
Los coaches de salud, podemos ayudarte a reducir esa brecha que existe entre donde estás hoy y el lugar al que quieres llegar pero que por alguna razón no lo estás logrando.
Ojo! Los coaches de salud no te vamos a decir qué debes hacer específicamente para estar saludable, pues esto depende de muchos factores, por ejemplo: tu estado de salud actual y si tienes o no alguna condición de salud, tus preferencias personales, es decir lo que te gusta o no te gusta hacer, tu cultura y el lugar donde vives, entre otros.
Por supuesto que podemos aportar con recomendaciones generales que sabemos que le puede beneficiar a la gran mayoría de las personas, como por ejemplo recomendarte hidratarte bien durante el día, hacer actividad física, comer más frutas y verduras, etc., pero los requerimientos y metas específicas serán establecidas por lo profesionales respectivos: médicos, nutricionistas, fisioterapeutas, etc., y por tí mism@ de acuerdo a lo que tú desees o necesites para tu vida. Los coaches de salud te acompañamos a lograr esos cambios, pues en muchas ocasiones lo que te impide lograrlo tiene que ver con tu forma de ver el mundo (por ejemplo, las creencias), tu gestión emocional, tu relación con tu cuerpo, con la forma en que gestionas el ambiente en el que estás y cómo te haces responsable de tu proceso de transformación, por mencionar algunos aspectos.
En resumen: los coaches de salud te acompañamos a que te involucres en tu proceso de transformación hacia una vida más saludable y con mayor bienestar
Te invito a que me acompañes en este espacio para aprender sobre cómo vivir más saludables y con mayor bienestar, quizás muchas cosas ya las sepas, otras podrían ser nuevas (espero que sí), más aún, para aprender a poner en práctica aquello que te haga sentido. Recuerda que ser saludable no es una meta, es un viaje. La salud es algo que está en constante cambio, igual que tú y es un medio para que puedas disfrutar plenamente de la vida.
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¡Hasta muy pronto!
Aimeé Salas 