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Pertenecer vs encajar: la diferencia clave para tu bienestar

Hace unos días alguien que estimo mucho me dijo: “En algunos lugares siento que me cuesta encajar, qué tan malo será esto?” En mis adentros pensé: ¡quizás no sea tan malo como parece! Tal vez pienses: ¿cómo va a tener algo bueno no encajar? Pues acompáñame en los siguientes párrafos y te cuento qué podría estar significando y por qué esto podría ser algo clave para tu salud y bienestar.

Primero te cuento que a mí también me ha pasado: he estado en lugares o ambientes donde me ha costado encajar y en algunos nunca lo logré. Eso me generó frustración, incomodidad, incluso sentimientos de rechazo. Más aún con la gran cantidad de mensajes que podemos encontrarnos actualmente que nos dicen que hay que ser resilientes y adaptarnos a todo y yo no lo estaba logrando. La pasé muy mal por no poder encajar, hasta que aprendí esto que te quiero compartir: 

Hay dos conceptos que se parecen mucho pero no son iguales: encajar y pertenecer. 

Encajar es adaptarse externamente para cumplir con los requisitos o expectativas de un grupo o situación, es decir, se trata de ajustarse a las condiciones dadas por el medio externo de forma superficial respecto a las normas y valores establecidos. Mientras que pertenecer es tener una conexión emocional y significativa con el grupo o situación, sin necesidad de cambiar quién eres y con una identificación más profunda con los valores y creencias compartidos.

Pertenecer no quiere decir que no vaya a haber una transformación en algún momento, es más, sin duda la habrá porque inevitablemente los lugares cambian a la gente y la gente cambia a los lugares. Pero eso sucederá naturalmente, no desde la imposición de una estructura o desde renunciar a quien verdaderamente eres por complacer a otros.

En determinadas situaciones tratar de encajar podría darte acceso a oportunidades, experiencias y aprendizajes que quizás no estén disponibles fuera de ese grupo o ambiente. Sin embargo, puede ser agotador no ser auténticamente tú y estar tratando de adaptarte a lo que el medio externo exige. Y si bien en ocasiones el esfuerzo por encajar puede llevar con el tiempo a que alguien finalmente sienta que pertenece a un grupo, puede ser que eso no suceda.

No quiero decir que quienes “si encajen” en un grupo/lugar no sean auténticos. Quizás simplemente su forma de ser es más afín a ese espacio (por ejemplo, tener habilidades o intereses comunes con el grupo) y los ajustes que tienen que hacer para adaptarse están dentro de lo que les es manejable o de lo que buscan y esto puede hacer que encajar sea más fácil y fluido. ¡En buena hora que sea así!

Además, en todo ambiente hay normas de convivencia y otros códigos que seguir, así que no me refiero a que respetarlos y atenderlos sea dejar de ser auténticos. Me refiero más bien a poner atención a aquellas situaciones donde no encajas porque lo que tendrías que hacer para lograrlo sería cambiar tus valores, tu forma de ser o pensar en contra de tus deseos.

Cuando no logramos encajar y más aún, cuando no logramos pertenecer, esto tiene un impacto negativo tanto a nivel físico como emocional y mental. Puede llevar a la soledad, el aislamiento social, la alienación, causar ansiedad, depresión, estrés, baja autoestima, etc. Las personas que no se sienten parte de su entorno también pueden tener más dificultades para cuidar de sí mismas, lo que puede llevar a hábitos poco saludables, como una dieta poco saludable, el abuso de sustancias y la falta de actividad física. Además, la falta de apoyo social puede aumentar el riesgo de enfermedades físicas, como enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y problemas inmunológicos, entre otras.

Pero en medio de todo esto, si te está costando encajar acá hay una buena noticia: Si no lo estás logrando no es porque tú tengas algo malo, sino que probablemente lo que está pasando es tu autenticidad se está manifestando y resistiendo a desaparecer y/o lo que puedes estar buscando es un lugar donde puedas sentir una conexión más profunda emocionalmente hablando. Y, esto es muy bueno también! 

Algo interesante es que, es posible encajar en un grupo sin llegar a sentir pertenencia, y se puede pertenecer a un grupo incluso si no se encaja perfectamente en todas las normas y expectativas de este. Y, es importante destacar que, muchas veces intentar adaptarnos a un ambiente que no nos corresponde puede generar frustración, incomodidad y rechazo (tal y como me pasó a mí), lo que también puede afectar nuestra salud emocional y física.

El deseo de pertenecer es universal.

Abraham Maslow

Por otro lado, la pertenencia a un grupo que comparte nuestros intereses y valores puede tener un impacto muy positivo en nuestra salud, ya que nos permite sentirnos aceptados y valorados, lo que es fundamental para lograr una buena salud emocional y física. Esto finalmente va a mejorar nuestra salud en general y aumentará nuestro bienestar.

¡Cuando sentimos que pertenecemos a un lugar pasan cosas maravillosas!

Estas  son algunas ventajas o regalos que puedes experimentar cuando sientes pertenencia:

  • Sentirte parte de una comunidad más grande y tener un sentido de identidad compartida.
  • Tener la oportunidad de contribuir y hacer una diferencia en el grupo o comunidad.
  • Recibir apoyo emocional y social en tiempos de necesidad.
  • Tener un sentido de propósito y significado en la vida a través de la conexión con un grupo o comunidad en la que se comparten valores y objetivos comunes.

Y hay algo más: cuando una persona es auténtica y se muestra al mundo tal como es, le da permiso o inspira a otros a hacer lo mismo y el bienestar crece, el tuyo, el de quienes te rodean, el de tu entorno, ¡el del mundo!

En resumen, encajar puede ser beneficioso en términos de adaptación y aprendizaje, mientras que pertenecer puede proporcionarte un sentido más profundo de identidad, conexión y propósito. Y no se trata de elegir uno u otro término, sino de encontrar un equilibrio entre encajar y pertenecer según el contexto y las necesidades personales pues ambas pueden ser importantes para el bienestar físico, psicológico y emocional.

Sería ideal que tod@s pudiéramos más que encajar, pertenecer. Recuerda que la verdadera pertenencia se trata de encontrar un lugar donde puedas ser tú mism@ y sentirte cómod@, así que no te rindas si no encuentras ese lugar de inmediato. Sigue buscando y explorando hasta que encuentres ese lugar especial donde puedas formar relaciones significativas y duraderas con personas que compartan tus intereses y valores.

¡Hasta pronto!

2 comentarios en “Pertenecer vs encajar: la diferencia clave para tu bienestar”

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